El Gourmet Urbano: No confundas el cuerpo del vino

jueves, 22 de febrero de 2018

No confundas el cuerpo del vino

Hola, amigos, ¿cómo están? Hay quienes dicen con sólo mirar la copa al momento de servirse: “¡Qué cuerpo tiene este vino!” o “Ese vino tiene mucho cuerpo”.

Suelo reírme cuando personas que se dicen conocedoras con sólo agitar la copa aseguran reconocer el cuerpo del vino. El cuerpo es uno de los parámetros que debemos tener en cuenta al catar profesionalmente un vino y darle una puntuación. Se mide en la boca y no con la vista, y se evalúa conjuntamente la intensidad que se percibe en la boca, “el peso específico del vino”, que podemos catalogar como liviano, muy liviano, cuerpo medio o mucho cuerpo.


Lo que la gente ve en la copa es el glicerol, la untuosidad producto de la fermentación, que todo vino trae en menor o mayor intensidad, y que nos habla de su densidad aparente.

Un vino con mucho cuerpo llena la boca de sensaciones intensas. El cuerpo debe ir acorde con lo que el vino quiere expresar. Algunos conocedores buscan notas de frutos o de tipo especiado para resaltar el sabor y el conjunto de todo eso lo denominamos cuerpo.

Es cuestión de criterios, pero nunca debemos estandarizar el cuerpo por el varietal en sí, no podemos decir que un cabernet sauvignon de Chile tiene el mismo cuerpo que uno de Francia o uno de México.

Antiguamente se decía que los vinos tenían el mismo cuerpo, pero con el paso del tiempo y los conocimientos adquiridos eso se ha desechado. A la hora de valorar un vino debemos apreciar en boca si tiene buena madera o no, y si los frutos rojos son intensos. Tendrá mayor densidad cuando sea de tipo crianza o reserva, en el caso de los españoles.

Si estamos en una cata sin maridaje la percepción puede ser muy fiel. En la mezcla con los alimentos el vino tiende a perder cuerpo y eso hace que confunda un poco. Mucha gente toma las “lágrimas” o “piernas” del vino como parámetro de uno con cuerpo; no es correcto. Muchos confunden el vino equilibrado con un buen cuerpo; eso es cierto a medias, porque el hecho de que tenga buen cuerpo no significa necesariamente que sea equilibrado.

La idea principal es que usted disfrute una buena copa de vino y cuando vea a los que la agitan y hablan de un buen cuerpo con sólo mirarla se acuerde de este artículo.

José Carlos Palacios Sommelier


Foto: Megamedia

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