El Gourmet Urbano: ¿Mejor café o té? Pros y contras para la salud y varios falsos mitos

martes, 18 de noviembre de 2014

¿Mejor café o té? Pros y contras para la salud y varios falsos mitos

Cuestiones como si te gusta más el chocolate blanco o negro, si eras de Nesquik o Cola-Cao, o si prefieres a papá o a mamá, son casi tan comunes como la eterna duda entre si es más saludable tomar té o café. A lo largo de la historia, numerosos estudios científicos han tratado de exponer los beneficios para la salud de cada una de estas dos bebidas y desmentir o demostrar los perjuicios que pueden tener sobre las personas.

 

Existe la creencia de que el té es más saludable que el café, sin embargo no es así. (iStock) Existe la creencia de que el té es más saludable que el café, sin embargo no es así. (iStock)

 

Parece que el mundo prefiere el té. Según comenta Larry Schwartz en Alternet, “mientras se consumen 1.6 millones de tazas de café al día en el planeta Tierra, se consumen el doble de tazas de té”.

Aunque en países como España o EEUU es más común el consumo de café, el número de seguidores del té está aumentando considerablemente y su consumo no ha dejado de aumentar en lo últimos 20 años. Pero la pregunta sigue siendo: ¿cuál es mejor para nosotros?

 

Propiedades saludables del café

Aunque sean más reconocidos los efectos positivos del té para la salud y se le atribuyan consecuencias negativas como alteraciones en el ritmo cardíaco, manchas en los dientes e incluso se creía que su consumo podía causar cáncer, el café tiene multitud de propiedades saludables.

De hecho, para desmentir esta creencia, diferentes estudios han demostrado que el café puede evitar el riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer como el de mama, el de próstata, el de piel o el de hígado.

Su consumo ayuda a mejorar la memoria a corto plazo y aumenta la eficacia de los analgésicos en el organismo. Además, ayuda a prevenir enfermedades como el alzhéimer o la demencia.

Al contrario de la idea de que produzca taquicardias o ansiedad, Schwartz menciona que según una investigación llevada a cabo en Portugal el café reduce el riesgo de la enfermedad de Parkinson.   

Un estudio elaborado por la Escuela de Salud Pública de Harvard encontró relación entre el consumo de café con una reducción en el desarrollo de diabetes de tipo 2 en un 35% de los casos analizados.

 

ALGUNOS DE LOS GRANDES BENEFICIOS DEL TÉ

Por su parte, la ciencia ha demostrado que, al igual que el café, el té puede evitar el desarrollo de la diabetes, aunque los estudios han demostrado mayor influencia en la de tipo 1, así como algunos tipos de cáncer como el de pulmón y previene la osteoporosis.

Igualmente, como mencionábamos con el café, su consumo está asociado con una mayor protección en el desarrollo de la enfermedad de Parkinson así como con la prevención del alzhéimer.

Se han encontrado diferentes efectos positivos según el tipo de té. Por ejemplo el té blanco reduce el riesgo de obesidad y contiene antioxidantes que pueden tener potencial antienvejecimiento.

Pese a que algunos estudios advierten que tomarlo muy caliente puede provocar cáncer de esófago, en el caso del té verde se ha demostrado que ayuda a reducir el riesgo de padecer esta enfermedad (especialmente en el caso de las mujeres, con porcentajes cercanos a un 60% menos en de desarrollo de este tipo de cáncer

Por su parte, los tés negros, verde, blanco y oolong contienen sustancias conocidas como flavonoides, cuyo consumo se ha vinculado con menores casos de enfermedades del corazón.

Además, beber alrededor de cuatro tazas de té al día, a medio y largo plazo, ayuda al organismo a reducir la producción de la hormona del estrés, así que más que un excitante podría ser un gran aliado para combatir la ansiedad.

 

DESMINTIENDO ALGUNOS MITOS SOBRE LOS EFECTOS DEL CAFÉ

La idea de que el té y el café son bebidas deshidratantes es un falso mito. Su consumo, calculándolo en una media de cuatro tazas diarias, no influye negativamente en los procesos en la eliminación de líquidos del cuerpo.

Por otra parte están las creencias de que sean dañinos para el corazón o su consumo masivo derive en el desarrollo de cáncer. Según explica Schwartz “se ha demostrado que hasta seis tazas al día de café no tienen ninguna relación con enfermedades del corazón o cáncer”.

Aunque un consumo excesivo de café, ocho o más tazas diarias, se relaciona directamente con un aumento significativo del riesgo de muerte fetal intrauterina, un estudio elaborado por The American College of Obstetricians and Gynecologists encontró que un consumo leve no tiene efecto sobre el embarazo, ni en relación a que se produzcan abortos involuntarios ni a lo que a nacimientos prematuros se refiere.

 

PERO NO TODO ES TAN BUENO: LOS CONTRAS DE LA CAFEÍNA

Algunas se han desmentido, pero es cierto que también debemos conocer algunos de los efectos negativos del café y el té en nuestro organismo:

  • Ambos producen manchas en los dientes.
  • Pueden causar ansiedad, elevar la presión arterial, provocar un latido del corazón rápido e incluso temblores musculares.
  • Su consumo está relacionado con situaciones de insomnio, dolor de cabeza o malestar estomacal.
  • El café sin filtrar (como el espresso, cappuccino o café francés) pueden dar lugar a niveles altos del colesterol “malo”.
  • El contiene una gran cantidad de tanino que reduce la absorción de hierro en el organismo y puede producir anemia.
  • El exceso de cafeína puede causar bultos en las mamas (enfermedad fibroquística). Por lo general, una reducción en su consumo hará que los grumos desaparezcan.

También hay que tener en cuenta que hay personas que son más sensibles a la cafeína que otras y que las mujeres más susceptibles que los hombres a desarrollar algunos de estos efectos negativos.

 

ENTONCES, ¿CAFÉ O TÉ?

Como con casi todo en la vida, para nutrirnos de sus propiedades saludables y evitar las posibles consecuencias negativas, los médicos coinciden en que la clave está en la moderación.

Se calcula que alrededor de 300 gramos de cafeína diarios pueden tener consecuencias beneficiosas, siempre y cuando lo acompañemos de una dieta saludable y un estilo de vida activo.

Si aún tenemos la duda, en función del consumo diario que hagamos, podemos tomar nuestra elección teniendo en cuenta que el café contiene entre 80 y 185 miligramos de cafeína mientras que el té sólo entre 15 y 70 miligramos.

El café nos aporta más energía y de manera más rápida, pero su efecto es menos duradero que la que nos produce el consumo de té.

No obstante, una buena alternativa es la combinación de ambos: existe un tipo de té hecho con hojas de café, que es más saludable que las dos bebidas por separado. Además, es menos amargo que el té y no tan fuerte como el café.

Alba Ramos Sanz

Fuente: elconfidencial.com

 

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